A principios del pasado verano paseando un día al perro encontramos tirada en el suelo una de esas casitas que se colocan en el jardín para los pájaros.Había visto tiempos mejores la pobre, estaba medio rota, despintada y sucia, muy sucia pero aun así a mi me pareció que tenia encanto y decidí llevármela para casa y ver que podía hacer con ella.
Entre unas cosas y otras el verano estuvo bastante liado y la pobre estuvo arrinconada en una caja en mi cuarto de costura olvidada del todo. Este fin de semana, aprovechando que Bob trabajaba todo el día y yo no había hecho otros planes decidí ponerme manos a la obra con su recuperación.
Lo primero fue un buen lavado, aunque no resulto fácil porque la madera esta bastante dañada en ciertas partes y ademas tiene muchos recovecos donde la suciedad se había cumulado especialmente, así que tuve que armarme de paciencia y de un viejo cepillo de dientes de cerdas suaves.
Una vez lavada y seca procedí a lijarla con una lija muy suave para preparar la madera para pintar y evitar así que queden grumos antiesteticos en el acabado.
Lo siguiente fue elegir los colores, la original habia estado pintada en blanco y azul pero a mi me apetecía algo un poco mas colorido asi que me decidi por un color crema para las paredes, un rojo vivo para el tejado y luego le pinte un bordillo de flores todo alrededor con una enredadera con flores trepadoras subiendo por una de las paredes hasta la chimenea y un corazón rosa encima de la puertecita redonda ♥ 
Para terminar decidí colgarle unas tiras con minicorazones de colores (de un antiguo collar de cuentas de plástico que había comprado en penneys hace años) convirtiéndola en una especia de mini wind-chime.
De momento, y hasta que decida su lugar definitivo, cuelga de la lampara de la cocina , y me encanta!!!
